El "Forrest Gump" de nuestra zona

Silvio Magarino es un vecino de Saladillo, nacido en Roque Pérez. Se denomina "mitad y mitad" hablando de las dos ciudades. Tiene 50 años, aunque no lo parece en absoluto, y es dueño no solo de un estado físico óptimo, sino también como el mismo lo define: "De un estado mental que siempre tiene que estar en positivo". Y agrega: "Esto que hago no es solo resistencia física, es una forma de ayudar dejando un mensaje". Y vaya si este comerciante de Saladillo lo deja. Nos cuenta que hace 6 años empezó con estas "travesías solidarias" como el mismo las define. A lo largo de este tiempo ya realizo varias, desde recorridos en nuestra zona hasta llegar a ciudades como Tandil y Balcarce. Y en esta oportunidad está recorriendo distintos puntos de la Región 24 de Educación. Esta cruzada es" por una profe de educación física de Roque Pérez que tuvo un accidente hace 2 años, y que lamentablemente pasa sus días en silla de ruedas". Y Agrega Silvio conmovido " esto que hago es para darle en este difícil momento que le está tocando pasar una mejor calidad de vida". Esta travesía Magarino la inicio en Las Flores, pasando por Saladillo, 25 de Mayo, Norberto De La Riestra, Elvira, Antonio Carboni, Lobos, Roque Pérez y volviendo a

Saladillo. Silvio lugar desde donde arranque, siempre termina sus travesías solidarias en Saladillo. Los trotes del "Forrest Gump" de la zona, siempre fueron por alguna causa. O por instituciones que se dedican a trabajar con personas con capacidades especiales, o como en este caso que lo hace a beneficio de la Escuela Nº 6 especializada en Educación Física y por Romina Caside en particular. Aclara Silvio que "Romi es de Pedernales pero está viviendo en Roque Pérez". Las travesías de Silvio Magarino duran un promedio de 12 días. Y en este caso está recorriendo más de 400 kilómetros en nuestra región. No solo deja su impronta al pasar por cada posta elegida, hace cundir ese ejemplo que habla por sí solo. Verlo a Silvio es ver energía pura en movimiento, puesta al servicio de una causa. Es ver una vibra que lo envuelve y lo lleva por rutas y por caminos de tierra hasta su meta. Que no es una llegada final de cualquier carrera, es el principio de todo. De todo lo que está bien. Porque en una época donde todos corremos, el elige con una sonrisa... ¡trotar por la vida!