Conclusión: El deporte y el mundo necesitan más hombres como Marcelo Bielsa
Luego de la derrota de Uruguay 1-5 frente a Estados Unidos, el “Loco” comunicó que continuará al frente de “la Celeste” y nos dejó grandes enseñanzas para la vida.
📅 22/11/2025
✍️ Por Johan Talarico
Y si ¿Para qué esperar a que ya no dirija más si se le puede agradecer ahora, en este momento, ya, todo lo que hace y aporta no sólo al fútbol, sino también al deporte y a la humanidad? Marcelo Bielsa: ese hombre que, en cada lugar del mundo en el cual se hace presente, predica con el ejemplo y contagia con su personalidad, carisma (tiene carisma, su propio carisma), honestidad, hombría, caballerosidad, respeto e impronta. Bielsa vuelca todo lo que aprendió de la vida al fútbol y lo más lindo es saber que los demás deportes desearían con el alma tener al “Loco” como guía, consejero, padre, amigo, líder y conductor. El rosarino es el fiel reflejo de que todavía existe un planeta con principios, valores y reglas claras. Nos da la esperanza de que es posible construir otra sociedad totalmente diferente a la que estamos inmersos, esa sociedad del “sólo sirve ganar”, de “los proyectos se terminan si perdes dos partidos seguidos”, de “soy exitoso si gano, un fracaso si pierdo”, “valgo por lo que logré y no por lo que soy” y podríamos estar horas y horas enumerando frases hechas, que hacen parte de un sistema de creencias, lamentablemente recontra arraigado. Pero estoy tranquilo…estoy tranquilo porque escuché a Bielsa en la conferencia de prensa que brindó frente a los periodistas uruguayos, todos estaban esperando a que confirmara su renuncia; el que dice lo contrario, miente. Con cuchillos y tenedores, aguardaban agazapados los comunicadores, hasta se dieron el lujo de establecer, en la agenda mediática, una danza de nombres para sustituir a una persona que le brinda al deporte detalles y puntos de vistas más que enriquecedores. Bielsa tiene siempre fuerzas, posee las fuerzas más grandes de todas: la de la experiencia y la sabiduría. Afortunados todos aquellos que tienen la posibilidad de compartir la vida diaria con este ser fenomenal. Los resultados en el fútbol fueron muy injustos con él, sino fíjense lo sucedido en la final de la Copa América de Perú 2004, donde el brasileño Adriano, con una media vuelta dentro del área en la agonía del encuentro, nos dejaba con las ganas de levantar el trofeo. Frustración, llanto, impotencia y todo lo que vino después. También el Mundial de Corea y Japón 2002. En ese entonces, teníamos un seleccionado que estaba para mucho más y quedó claro que determinadas circunstancias, momentos y situaciones determinaron nuestra suerte. A casa en primera ronda. Y como a todos, las derrotas lo golpearon, pero de ellas aprendió y, como corresponde, sacó las mejores conclusiones posibles para seguir adelante. Después de la caída de la selección de Uruguay 5 a 1 a manos de Estados Unidos, don Marcelo no se escondió. Fiel a su estilo, y con su mirada fija por arriba de los anteojos, se sentó y comenzó a esbozar una gran cantidad de verdades que sorprendió a todos los presentes en esa sala. Bielsa sigue, no se rinde. Bielsa, de forma permanente, reafirma sus convicciones, nunca vendió sus ideales ni sus modos, siempre fue y será el mismo. Simplemente, decirle “infinitas gracias” a un hombre que nos enseña a no claudicar ante los momentos difíciles, a no perder el horizonte y que nos remarca lo esencial: tener ese compromiso inquebrantable con la verdad.
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