Si el peronismo se siente definitivamente derrotado, eso significa que puede haber Milei por seis años más.
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Si el peronismo se siente definitivamente derrotado, eso significa que puede haber Milei por seis años más.

La Libertad Avanza derrotó por amplia diferencia a Fuerza Patria a nivel nacional en estas elecciones legislativas 2025. El partido del Presidente se impuso de manera categórica, pero el rumbo económico no cambiará. Si el PJ sigue priorizando nombres propios y no proyectos en conjunto, el oficialismo tiene serias chances de ser reelecto en 2027.

📅 28/10/2025

✍️ Por Johan Talarico

“Si Milei no gana, no vamos a ser generosos con Argentina”, aseguró Donald Trump. Y la realidad marca que este domingo La Libertad Avanza hizo lo que tenía que hacer, movió rápido las fichas y obtuvo un triunfo categórico a nivel nacional en las denominadas “elecciones de medio término”. Varios factores influyeron en la victoria del partido del Presidente: el apoyo político y económico de su par estadounidense, la aparición de Diego Santilli a último momento como candidato en la provincia de Buenos Aires en reemplazo de un José Luis Espert envuelto en escándalos (presuntos vínculos con el narcotraficante Fred Machado), el piso de votos del 30 por ciento del electorado y un peronismo que continúa pensando en nombres propios, superhéroes salvadores y no en la consolidación de un proyecto colectivo, tal cual lo indica su historia.

El país, prácticamente, se tiñó de “violeta”: LLA se impuso con autoridad en Jujuy, Salta, Chaco, Misiones, Mendoza, San Luis, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Neuquén, Río Negro, Chubut y Tierra del Fuego. En total, el oficialismo obtuvo el 40, 66 por ciento de los votos, 9.341.798 para más precisiones, mientras que Fuerza Patria fue votado por 7.284.477 personas, lo que representó el 31,70 del total del electorado. Así las cosas, la mayoría le dio un guiño de confianza a la gestión de Javier Milei, que comenzó el domingo 10 de diciembre de 2023, y ahora depende del Poder Ejecutivo ratificar o modificar de manera brusca (lo que llamaríamos “volantazo”) el rumbo en materia económica, política y en las relaciones bilaterales con la Casa Blanca de Washington. Las claves de esta discreta victoria van desde las propias virtudes hasta los errores de los peronistas que, a esta altura y viendo el panorama con detenimiento, no se cansan de tropezar una y otra vez con la misma piedra en lo referente al armando estratégico. En primer término, un punto determinante fue la injerencia externa. Y nos referimos de modo específico a la ayuda a estilo “salvavidas” por parte del gobierno estadounidense con 20 mil millones de dólares, lo que le brindó y aún le brinda aire fresco y tiempo al gobierno argentino. Es una verdad absoluta: desde Argentina, necesitaban un jugoso desembolso como agua en el desierto. Lo pidieron, lo consiguieron. En segundo lugar, la aparición de Diego Santilli en reemplazo del tan cuestionado Espert fue calificada como una gran maniobra a tiempo, fue Santilli el que resultó vencedor en la provincia de Buenos Aires. Ganó por la mínima, pero triunfo al fín. Había que correr al oriundo de Pergamino de la escena o, de lo contrario, un buen resultado en territorio bonaerense corría serio riesgo. En tercer orden, el Peronismo. Siempre el Peronismo, que en los últimos años se acostumbró a repetir todos y cada uno de los errores: las elecciones a dedos en el momento de la confección de las listas, las guerras de egos, la búsqueda permanente de líderes en vez de enfocarse de lleno en la solidificación de un modelo de Argentina, la falta de horizonte, la carencia de recursos para encontrar la unidad, el “yo” antes que el “nosotros”, los manotazos de ahogados yendo a San José 1111 e insistir en darle a CFK el poder absoluto en un movimiento que, según lo que marca la línea cronológica, se caracterizó por la organización y el respeto a rajatablas de sus 20 verdades históricas. En lo que respecta a la intención de voto, quizás mucho lo olvidaron: LLA y Milei cuentan con un piso del 30 por ciento de los votos y de ahí se catapulta, desde allí partió hacia el éxito en este 2025. Cabe destacar que la participación en este proceso fue del 67,85 por ciento, mientras que el ausentismo alcanzó el 32,15 por ciento. En consecuencia, 11.570.024 decidieron no votar. Dato no menor. Es parte del contexto. En definitiva, si los peronistas no reflexionan ni recapacitan, si no llevan a cabo una sincera autocrítica acerca de las pifias constantes, por ahí, quien te dice: si se lo propone, Milei puede quedarse seis años más.

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